¡Noo, que vi’ andar yo jodido!
Quién li’ ha dicho esa pavada.
Ha sido cosita ‘e nada
lo que m’hizo ese podrido
aprovechando el descuido
d’estribarlo conversando
con l’hija de Ño Servando.
Mas por el aire sentí
que asustada me dio el sí
y aterricé difrutando.
Y anque com'un armatoste
me quiso quedar el lomo,
pa rimedio caña tomo
en el boliche de Urioste.
Soy como palo pa poste
que pa su destino yerto
de servir en campo abierto;
en postrero desacato,
chupa l’ agua con sulfato
y se cura anque esté muerto.
……………………………..
Pero comprobé prontón
la maldá de la mujer;
de caña al ver mi placer
reculó en su decisión
y hay jue que sentí el riñón,
y costillas y colurna,
rotas como pa la urna
pa reducir esqueleto.
¡Jue pucha, durazo el reto
y más en horas noturnas!
¡Deje d’embromar, amigo,
si es un dolor que da miedo!
Cuasi qui’ ando que no puedo
con la vida ni conmigo.
¡Debe ser el pior castigo,
el del hombre desdeñao!
Con decirle que clavao
que si el infierno le toca,
con amar mujeres locas
lo castiga el Colorao.
Toutes les droites appartiennent à son auteur Il a été publié sur e-Stories.org par la demande de José Luis Remualdi.
Publié sur e-Stories.org sur 13.12.2018.
Contribution antérieure Prochain article
Plus dans cette catégorie "Humour" (Poèmes en espagnol)
Other works from José Luis Remualdi
Cet article t'a plu ? Alors regarde aussi les suivants :