El cuento de las palomas

EL CUENTO DE LAS PALOMAS.

Cara a cara ante el mar, dos palomas oscuras se reflejan mirando la lejanía.

Una de ellas parece prepararse para volar.

La otra permanece ensimismada en su contemplación.

¿Cómo serían sus pensamientos si pudiéramos colocar sus letras en algún color?

Si la segunda paloma mira a la primera con esa ternura, cariño, con ganas de decir y no poder hacer, con esperanza de que la primera le adivine las ternuras, sería así:

1.- En verde.

"¡Qué bella es! ¿En qué estará pensando?

Me gusta mirarla cuando deja ir su mente más allá del mar y sentirla, tan cerca de mí, pero tan lejana, desconcertante y misteriosa."

Pero la primera paloma se ha percatado de la insistente mirada de la primera. Y, sintiéndose generosa, acude a su encuentro para facilitarle la conversación. En esto que la segunda se ha asustado. ¡¡no se lo esperaba!! Siente venir el peligro y su pensamiento se vuelve un poco más violento. Sus tintes adquieren otro color:

2.- En rojo.

"¡Se mueve! ¡Viene hacia mí!¿ Me habrá descubierto? Haré como si acabara de llegar. O como si ignorara su presencia. No quiero que me vea tan débil en mi adoración por ella."

Y la segunda paloma vuelve la cara.

La primera, que ha visto todo el movimiento y timidez de la primera paloma, se siente llena de alegría y un poco decepcionada. Pero no duda en dejar una muestra de su cariño y quizás una puerta abierta, así que su pensamiento se torna dulce y meloso y aparece dibujado:

3.- En rosado.

"Las perlas de mayor valor son las que se encuentran lejos de nuestro alcance."

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