En una llamada pende mi destino.
¿Si aún supiera que sigues siempre cerca?
¿Si aún pretendiera de ti la verdad?
Los coches pasan raudos por la avenida
y un café siempre sabe a melancolía,
tenuemente comprendo: lo eterno es ahora.
Un anciano se aleja con su fiel perro
dejando luces nácar, rastros longevos
destelleando los últimos parpadeos.
¿Qué alba secreta espera al ser en este planeta?
Soy uno más, vagabundeando por mis horas.
¿Que importa lo que pienses en la gran ciudad?
La mirada se clava en el ingenuo vaho
bajo un arco de niebla cuelgan mudables señas,
el frío empuja, colecciona pura soledad.
¿Cuántos intentos, delirios y consejos
antecedieron el instante preciso?
Porque no solo mendigan quienes piden limosna.
¿Cuántos mares trasiegan por las aceras?
¿Cuántas zozobras viven en tus propias aguas?
Aparentar felicidad unicamente enmudece iras.
Toutes les droites appartiennent à son auteur Il a été publié sur e-Stories.org par la demande de Vicente Gómez Quiles.
Publié sur e-Stories.org sur 31.10.2011.
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