Y succionaba bien a juzgar por la cara de arrebato que adoptó Paco, el urdianés. Sin embargo, otras chicas no dudaban de su capacidad para hacerlo incluso mejor que Sue, y así fueron acercándose a chupar, que para todas había, como si de un animal hembra se tratase dando de comer a todos sus cachorros.
Así, Paco se encontró de pronto con diez mujeres pegadas con sus bocas a su gran nabo, encabezadas por Sue que se negaba a soltar su parte. Hasta Cristina y Adela dejaron de pelear cuando vieron que habían perdido la partida y un hueco en la “barra” prometida, aunque sabían bien que habría para todas.
O quizá no, porque entonces ocurrió. La boca de Sue se llenó de esperma y se retiró incapaz de absorber más líquido, momento que aprovecharon las que estaban más próximas para intentar captar algo de aquel preciado líquido. También estas se retiraron y dejaron paso a otras. Paco exhalaba quejidos de placer mientras su miembro no dejaba de soltar líquido.
¡Es sobrehumano!, exclamó alguna, y definitivamente se lanzaron a tocar las que aún habían sido reacias a hacerlo.
Toutes les droites appartiennent à son auteur Il a été publié sur e-Stories.org par la demande de Antonio Pérez Ruiz.
Publié sur e-Stories.org sur 30.03.2013.
Contribution antérieure Prochain article
Plus dans cette catégorie "Série" (Nouvelles en espagnol)
Other works from Antonio Pérez Ruiz
Cet article t'a plu ? Alors regarde aussi les suivants :