CHANEL Nº5

~~Un breve relato
CHANEL Nº5
Aquel último Viernes de Mayo, como de costumbre, tomé el vuelo Londres-Madrid de las 12:30. Tras otra tediosa semana más de trabajo en la City, me disponía a pasar un tranquilo fin de semana sumergido entre mis libros, mis discos, y algún clásico del cine negro.
Éramos pocos los viajeros en aquel vuelo, así que me enfrasqué en la lectura de mi fiel compañero de viajes.
De pronto, una nube de fresco perfume aterciopelado  envolvió mis sentidos, al mismo tiempo que un sonido tan dulce como la más mágica de las flautas cruzaba mis oídos.
 -¿Le importaría que me sentara aquí?
Alcé  la vista y pude  contemplar la belleza en forma de mujer: un pelo tan negro y misterioso como el azabache, unos ojos tan azules como el cielo en primavera, y unos labios tan rojos como la sangre que amenazaba con romper mi corazón.
-Por favor
Contesté
-Me encanta este autor …
Así comenzó una conversación que me pareció tan amena, que cuando llegamos al aeropuerto de Madrid pensaba que todavía no habíamos despegado de Londres.
No pude evitar proponerle compartir un almuerzo para poder continuar con tan grata charla y compañía.
Cuando salimos del restaurante ella me preguntó:
-¿Hacia dónde vas?
Tras decirle mi dirección ella respondió:
-Yo voy cerca de allí. Si quieres puedo llevarte.
Cuando llegamos en su impecable Mercedes azul descapotable nos despedimos, no sin antes citarnos para ir al día siguiente al estreno de un nuevo musical en la Gran Vía.
El Sábado, mientras caminaba hacia el teatro recibí un SMS que decía:
-“Llegaré un poco más tarde. Coge las entradas y nos reuniremos en la cafetería del teatro en el descanso”.
Al acabar una interminable  primera parte me dirigí hacia la cafetería. No la encontré ni  pude comunicar con ella. Volví a mi asiento para terminar de ver la función y esperar alguna llamada o mensaje.
 Salí  confuso y resignado, me dirigí hacia mi apartamento. Al abrir la puerta me encontré un espectáculo dantesco: todo estaba revuelto, mi televisión de plasma de 55 pulgadas no estaba, mi ordenador portátil de última generación tampoco, mi equipo completo de alta fidelidad había desaparecido y todo lo que había de valor también desapareció.
No pude enfadarme, ni avisar a la Policía, ni siquiera preguntar a algún vecino.
Todo el aire en la casa estaba envuelto en una suave nube de fresco perfume aterciopelado.
Una nube de Chanel Nº 5.
J.G.C.

 

 


 

 

• Lire d´autres travaux de Juan Gómez Cambres
• juangomezcambresgmail.com(Spam protégé - Ecrit s´il te plaît le eMail-Adresse par main)