Cae el sol, sobre el horizonte
De una inexpugnable
E inviolable línea
Que pernocta entre polos
De sediento deseo.
Pervirtiendo
Los promiscuos sueños.
Estrellas de carne y hueso
Incineradas por la pasión,
Dispuestas a destruir
Con versos la ansiedad
De su eterno fulgor.
Intensos instantes
Desperfilados por el silencio
De un límite impávido
Que violenta secretos,
Violando misterios
Que deliran y arden,
Antes de que el alba
Hable de resurrección.
Nocturno calor
Que recorres el elixir
De una excelsa
Fantasía, que deambula
Noche y día,
Sin poder acariciar las nieves
De unos pechos prohibidos
Por el contrapunto
De una vida que necesita
Recorrer el infinito y eterno
La duda me llevó a ti.
Y los versos, me aunaron
A un pacto sin fin…
Dedicado a la Resedel…
Toutes les droites appartiennent à son auteur Il a été publié sur e-Stories.org par la demande de Paul Ritz Danckovic.
Publié sur e-Stories.org sur 22.07.2006.
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