No quiero dejar que mi mente
divague en sueños de olas tormentosas
ni que mi corazón abra una verde puerta a tu presencia.
Pero mi vida bebe del sol que te calienta
y mi consuelo son las cadencias de tus notas.
No pretendo seguir tus senderos sin permiso
ni imponerte el dibujo de mis huellas en la arena.
Pero sin los cuadros que tus ojos me presentan
no sé llevar a tempo el ritmo de mis venas.
El crujir de tus lienzos en tus noches,
el rozar de las aguas recorriendo tus quimeras.
El conflicto que causa tu cabello entre las brisas
o la compañía nocturna de las luces que te esperan.
Son detalles que imponen su presencia invisible
en mis sentidos cuando menos la vida lo reclama.
Esté en el dia con la gente que siempre me requiere
o en la oscuridad entre ciegos que buscan una lámpara.
Porque aunque los sonidos que cada alba y cada tarde me rodeen
sean más fuertes que tus gritos de nostalgia
o aunque mi vista sea nula si me imponen
su presencia y tu rostro me ocultaran…
Incluso cuando las circunstancias requirieran
que otras manos de golpe te arrancaran
y robaran para siempre tu presencia
en tus letras, tu música, tus cartas…
Descuida que el universo siempre graba
el recuerdo de tu imagen en la luna blanca
y el planeta Venus mi vespertina estrella
cuidará de tí fiel hasta encontrar la alborada.
Toutes les droites appartiennent à son auteur Il a été publié sur e-Stories.org par la demande de Maria Teresa Aláez García.
Publié sur e-Stories.org sur 02.01.2008.
Contribution antérieure Prochain article
Plus dans cette catégorie "Émotions" (Poèmes en espagnol)
Other works from Maria Teresa Aláez García
Cet article t'a plu ? Alors regarde aussi les suivants :