Irving Edmundo Lopez Marin

EL GRAN FRACASO DE LA INTELIGENCIA.

Por qué no supe a tiempo que la inteligencia me haría más tonto, desde pequeño me enseñaron que el estudio me haría mejor, si mejor ante ciertos ojos, pero no ante los ojos que en verdad yo deseo, 2 años de aprender a ver la vida en el llamado kínder, 6 años más en la primaria, con todo y diplomas, ser el abanderado y portar con orgullo mi bandera, no que trajera mis diplomas colgados.

3 años más de secundaria, al igual siendo el abanderado y obteniendo el mejor promedio de la secundaria, de igual forma no obtuve lo que quise, solo obtuve egocentrismo y elogios de personas mayores, reconocimientos del gobierno, pero no lo que yo quería. 3 años más en preparatoria, un colegio Salesiano para ser precisos, logrando año con año el primer lugar, asistir a competencias a nivel nacional, pero todo paso, menos lo que yo quería.

El mejor paso, graduarme de la universidad con todos los grandes logros de la misma, mejor calificación, mención honorífica, estudios en el extranjero y más, logre todo lo que quise y más de lo que podía imaginar, menos lo que en verdad deseaba y por si fuera poco ya he terminado con mi Maestría.
Hoy que estoy disfrutando de unos días de vacaciones, en un lugar alejado de la ciudad, del trabajo, en las montañas en las aguas termales de un extraordinario balneario, me he puesto a pensar sobre el próximo paso de mi vida, me gustaría hacer un Doctorado, pero ¿es esto lo que yo en verdad deseo? Las personas no me admiran por mi persona, me han admirado por mis logros, ¿es eso lo que deseo, lo que en verdad quiero?

Desde el termino de mi maestría, al término de mi trabajo, entreno de 2 a tres horas diarias, ya sea correr, ciclismo, nadar o ir al gimnasio, ¿será que esto lo hago inconscientemente para llevar un hueco en mi vida, no me quejo de mi trabajo, me quejo de mi puesto, me considero joven, 28 años no creo que sean muchos, y desde hace seis años he tenido puestos gerenciales, he hecho amigos, pero han sido personas mayores a mí, y los que son de mi edad me cuesta trabajo hacer una amistad ya que son personal a mi cargo.

Mi mente me dice que siga estudiando, pero yo digo hasta cuando, ya son 14 años de estar fuera de mi hogar, a mi familia la veo de una a dos veces al año, si sigo así dejare de verlos por el resto de mi vida,  ¿Qué fue lo que salió mal? Si las matemáticas, la física y la electrónica, decían todo lo contrario, la contabilidad y la mecánica decían que resultaría bien.

La felicidad últimamente ha sido totalmente banal y material, auto, casa, lujos, viajes, ropa, zapatos, pero han sido suficientes para llenar el hueco que busca mi corazón, como puede ser que mente y corazón no se puedan llevar, que sean vilmente agua y aceite en un mismo vaso, la mente ha dañado tanto al corazón, que este ya no le queda aliento, ha sido fracaso tras fracaso, sin lograr absolutamente nada, trato de mantener fue a la mente de esto, pero cuando menos lo pienso esta termina por arruinar todo.

Ni una sola novia, creo que soy uno de esos bichos raros que nadie quiere tener, que le das la vuelta por el hedor que despiden, que son feos por fuera, pero no te das el tiempo de conocerlo y saber que es sensible, cariñoso, amoroso y tierno, solo deseo una pisca de amor, una pareja, alguien con quien pasar mi tiempo, que me desconecte de lo real y me lleve a la fantasía, que me haga comprender fácilmente la verdadera grandeza del universo, sin número, sin formulas, solo con un beso, con una caricia, con un te amo, eso es mi más grande deseo.

Toutes les droites appartiennent à son auteur Il a été publié sur e-Stories.org par la demande de Irving Edmundo Lopez Marin.
Publié sur e-Stories.org sur 24.10.2013.

 
 

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